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La vulnerabilidad: una herramienta para construir relaciones saludables

María Isabel Parra Cáceres


Crecimos y aún crecemos pensando que ocultar nuestras emociones y, a partir de allí, a ocultar nuestras supuestas debilidades y a mostrar únicamente nuestras supuestas fortalezas. Sin embargo, lo que nos hace humanos es esa combinación maravillosa de luces y sombras que nos permite decidir cada día cómo queremos vivir y qué realidad queremos crear en el presente. relaciones saludables


Vamos a derribar esos mitos para mirar a la vulnerabilidad como una herramienta para construir relaciones saludables y significativas en distintos entornos.


¿Qué es la vulnerabilidad? relaciones saludables

La vulnerabilidad se refiere a la capacidad de mostrar nuestras emociones a los demás. A menudo se asocia con la debilidad, pero en realidad, la vulnerabilidad puede ser una fortaleza. Al ser vulnerables, podemos conectarnos con los demás de una manera más auténtica y profunda.


Ventajas de la vulnerabilidad

  • Construcción de confianza: La vulnerabilidad puede ayudar a construir confianza en las relaciones. Al permitirnos mostrar nuestras emociones, estamos demostrando que confiamos en los demás lo suficiente como para compartirlas.

  • Fomento de la empatía: Al ser vulnerables, podemos fomentar la empatía en los demás. Al compartir nuestras experiencias y emociones, podemos ayudar a los demás a comprender mejor nuestras perspectivas y sentimientos.

  • Mejora de la comunicación: La vulnerabilidad puede mejorar la comunicación en las relaciones. Al ser honestos y abiertos acerca de nuestras emociones y sentimientos, podemos evitar malentendidos y conflictos.

  • Fortalecimiento de las relaciones: La vulnerabilidad puede fortalecer las relaciones a largo plazo. Al construir una conexión emocional y fomentar la confianza y la empatía, podemos crear relaciones más saludables y significativas.


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Cómo ser vulnerable

Ser vulnerable puede ser difícil, especialmente si no estamos acostumbrados a mostrar nuestras debilidades.

  • Es un proceso, comienza paso a paso: no tienes que compartir tus emociones más profundas de inmediato ni en todos los entornos. Comienza paso a paso, compartiendo cosas puntuales que te hacen sentir vulnerable y mira en qué entornos sientes mayor seguridad para hacerlo.

  • Busca apoyo: Encuentra personas en las que confíes y que estén dispuestas a escucharte y apoyarte en tus momentos de vulnerabilidad.

  • Sé honesto/a contigo: Antes de poder ser vulnerable con los demás, necesitas ser honesto/a contigo mismo para identificar paulatinamente cuáles son esas emociones. Algo común es que, ante la pregunta de "cómo te sientes" podamos contestar únicamente: bien o mal; dejando de lado la amplitud emocional que nos rodea (hoy se habla de hasta 27 emociones).

  • Practica la empatía: Practica la empatía contigo y con los demás.

Al ser vulnerables, podemos conectarnos emocionalmente con los demás, construir confianza y empatía, mejorar la comunicación y fortalecer las relaciones a largo plazo. Si bien puede ser difícil ser vulnerable al principio, con práctica y apoyo, podemos aprender a mostrar nuestras debilidades y construir relaciones más saludables y significativas.

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