La verdad sobre el éxito y el equilibrio personal
- María Isabel Parra
- 16 jun
- 4 Min. de lectura
¿Qué pasa cuando llegas arriba y algo dentro de ti se
rompe?
Puede que te reconozcas en este perfil: directivo o directiva de alto nivel, con una agenda llena, una carrera brillante y una vida familiar que se ha ido apagando con el paso del tiempo. Reuniones, decisiones urgentes, llamadas a deshoras. Por fuera todo parece éxito, por dentro empieza a crecer un vacío que te inquieta.
La mayoría de líderes no se detienen a tiempo. Van notando pequeñas señales de estrés: insomnio, irritabilidad, fatiga constante, desconexión emocional, sensación de que ya nada les ilusiona; incluso tienen accidentes y problemas de salud. Su vida familiar se vuelve lejana. Y lo más alarmante: empiezan a preguntarse si realmente su vida tiene sentido.
Esa pregunta es el inicio de todo cambio verdadero para recuperar el balance personal.
La raíz del problema: tus creencias sobre el éxito
Muchos intentan recuperar el equilibrio personal reorganizando su calendario. Pero eso es como poner una tirita sobre una herida profunda. No es una cuestión de gestión del tiempo: el problema real está en las creencias que tienes sobre el éxito. Algunas de estas creencias nocivas son las que puedes leer a continuación:

1. La creencia de que el estrés es el precio del éxito
Esta es una de las creencias más comunes: “Si quiero llegar lejos, tengo que aguantar la presión, la tensión y el agotamiento. Es parte del juego”. Pero no lo es. El estrés sostenido no es una medalla, es una señal de alarma. Creer que estar estresado es sinónimo de ser importante te aleja de tu bienestar y también de tu capacidad de liderar con claridad.
2. La creencia de que eres imprescindible
Muchos líderes creen que todo se viene abajo si no están presentes: “Nadie lo hace como yo”, “Tengo que estar en todo”. Esta necesidad de control constante no es liderazgo: es miedo disfrazado. Es una forma de reforzar el ego a costa de la salud, la vida familiar y el equilibrio personal.
3. La creencia de que el éxito es igual a las zanahorias que alimentan tu ego
Otro error común: pensar que éxito es igual a salario alto, aplausos, premios y estar en todos los eventos. No hay nada malo en esas cosas, pero tienes que reflexionar si te están alejando de tu esencia y de tu equilibrio personal. Porque cuando todo eso se apaga —y siempre se apaga en algún momento— lo único que queda es el vacío.
4. La creencia más peligrosa: pensar que tienes dos vidas desconectadas
Separar la vida profesional de la vida personal es una ficción, un autoengaño. No tienes dos vidas, solo tienes una. Y lo que ocurre en una esfera repercute directamente en la otra. Cuando el estrés del trabajo invade tu casa, tu pareja, tus hijos y tu salud, te das cuenta de que no hay separación real.
Vivir en la desconexión entre los dos mundos te aleja de tu esencia y te hace perder el equilibrio personal.
¿Y entonces? ¿Cómo se recupera el equilibro personal?
El camino hacia una vida plena no es inmediato, pero sí es posible. Y empieza con dos pasos fundamentales:
El primer paso es reconocer que algo no está funcionando. Y para eso ayuda enormemente conocer las experiencias de quienes ya han pasado por lo mismo. Leer libros, por ejemplo, puede ser una forma poderosa de verse reflejado sin sentirse juzgado. Una lectura que te puede ayudar es El valor de renunciar, que yo misma escribí. En este libro, relato mi propio viaje: una carrera profesional ascendente, marcada por la presión y la responsabilidad, pero que me desconectó de mí misma. También te cuento cómo encontré la salida: reconectar con lo esencial, aprender a decir “no”, priorizar lo que realmente importa... No se trató de abandonar el liderazgo, sino de ejercerlo desde otro lugar más humano y más verdadero.
El segundo paso en este proceso es encontrar a un mentor o mentora. Alguien que no te hable desde la teoría, sino desde la experiencia. Que sepa lo que es sentirse atrapado entre el éxito exterior y la insatisfacción interior. Que te acompañe a mirar tus creencias, tus hábitos y tu modo de vivir desde una perspectiva más consciente. El líder verdadero no es solitario. Al contrario: tiene la humildad de aceptar ayuda, dejarse guiar y permitirse transformar. Si quieres saber más, clica aquí
¿Vas a esperar a que sea demasiado tarde?
Si has llegado hasta aquí, probablemente algo dentro de ti sabe que necesita un cambio. La buena noticia es que no necesitas renunciar a tu carrera para recuperar el equilibrio personal. Pero sí necesitas renunciar a ciertas creencias. Necesitas hacer espacio para ti, para tu familia, para lo que realmente importa. Necesitas aprender que tu valor no se mide por los correos que respondes ni por los aplausos que recibes, sino por el impacto que generas en tu entorno y en ti mismo.
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